Suerte a todos y todas para mañana.
Nuevo curso, nuevos amigos para unos, nuevos profesores para otros, nuevos alumnos, nuevas familias, nuevas normas,nuevas caras, nuevas asignaturas, nuevos retos, nuevos platos, nuevos abrazos, nuevos espacios, nuevos libros...
En nuestro caso, nueva etapa, nuevo colegio, nuevo ciclo. Nuevo todo. Y digo nuestro, y no suyo, porque si así lo dijera, mentiría.
He esperado hasta el último día para explicarle un cuento de un niño que empieza en un cole nuevo. Casualmente el niño se llama Lucas y casualmente también, el cole se llama igual que se llamará el suyo. El Lucas del cuento, va contentísimo al cole porque sabe que allí jugará mucho y hará muchos amigos. También hace pipi y caca solito y se come todo el esmorzar porque sabe que así tendrá mucha energía para jugar más rato. El Lucas que está en la cama, ya casi dormido, me ha preguntado: "Però... encara queda molt oi mama, perquè jo vagi al cole dels grans?" y yo, valorando las horas de sueño, he mentido como una bellaca.
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