No sé si alguna vez os he contado que mi tío, el hermano de mi padre, era dibujante. Sus cuadros, sus encargos, sus trabajos eran espectaculares, pero lo que a mí me apasionaba eran los dibujos que hacía... porquesí... en un plisplás, mientras hablaba por teléfono o escuchaba la radio.... inacabados, hechos con un simple lápiz, casi siempre chicas jóvenes y con carácter.
Empecé a admirar a Sara Herranz porque sus ilustraciones son preciosas y porque me trae buen rollito recordar los dibujos que mi tío primero, y mi prima Cristina Dembilio después, hacían sin más, con una facilidad admirable.
He usado sus ilustraciones para hacer estos collares y me gustan todos tanto, que no sé si dejaré alguno...
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