DIA QUINCE. LA NIÑA BONITA.

El otro día me decía una amiga mía que por qué no incluía en el blog pequeños recortes de literatura. Me decía que sería una forma de enganchar a la gente a los libros. Que si yo transcribía alguna página que me hubiese gustado o encandilado por algún motivo, que quizás contagiaría a la persona que lee el blog y que quizás esa persona ansiosa de más correría a comprarse el libro.

Yo le contesté que a pesar que a mí me fascine leer, no a todo el mundo le pasa, y que desde aquí lo queremos es vender bisutería y complementos...

Ella me contestó que si alguien (en este caso yo) que tiene acceso a la gente (o la gente acceso a mí) no les da todo lo que lleva dentro, en el fondo no les está dando nada.

No sé muy bien si eso es cierto del todo, o no. Lo que sí que sé, es que hoy he leído un párrafo en un libro que se llama Altibajos que me ha vuelto a emocionar. Trata de amor, de soledad y del paso de los años, y quiero compartirlo con todos vosotros que sé que sois muchos los que lo leeis aunque no tantos los que escribís. Animaros ya de una vez!!!!

Espero que os guste.

"Siempre coincidía con aquél ancianito de piel blancucha y arrugada en la estación del metro. Puntual como un reloj, a las siete y cincuenta y cuatro de cada mañana de cada día, lo encontraba con el rostro enjuto y preocupado. Siempre llevaba la mirada fija y sus lindos ojos, quizás antes azules, ahora grises, no solían parpadear. No sonreía. Nunca sonreía. Inés imaginaba que la tristeza que desvelaban sus movimientos no se lo permitían. Debía vivir sólo, la escasez de plancha en sus camisas y el repetitivo vestuario lo delataba. Más de una vez se había percatado cómo Inés disimuladamente lo observaba, pero él no le sonreía. Nunca sonreía. Su parada de metro era Valle Hebrón, quién sabe, quizás iba a visitar a su esposa enferma... quizás el apagamiento de su mirada era el reflejo de su melancolía... quizás sus arrugas eran símbolo de la falta del amor que su esposa hasta caer enferma le había regalado día tras días, año tras año, y era quizás ese dolor el que no le permitía sonreír. Nunca sonreía..."

Este libro aún no se ha publicado. Así que si alguien conoce a un buscatalentos literario, que nos llame y le pondremos en contacto con uno!!!!