El primer mes, estás alucinada, somnolienta, emocionada, llorosa, despeinada y contenta a partes iguales...
Al sexto mes, sigues sin dormir, tu pelo te pide mascarilla, las paredes se empiezan a ensuciar de papilla de frutas voladora y tu vestimenta deja mucho que desear...
Al año todo parece encaminarse... ya te ha dado tiempo de ponerte un tinte mientras hierves la verdura a las 7 de la tarde, porque ahora cenas a las 8, ya te vuelven a entrar tus tejanos preferidos (no te quedan igual, pero te abrochan...) y has vuelto a dormir 4 horas seguidas...
Al año y medio ya estás rodeada de más gente como tú, pasas las tardes en los mismos sitios, compartes anécdotas y regalas apoyo moral a aquellas que aún están en la primera fase, empiezas a no sentir que mueres si lo dejas 10 minutos con otra persona y por primera vez en mucho tiempo, te miras al espejo y reconoces lo que ves..
A los dos año y medio, te toca elegir COLE, y toooodo lo demás pasa a segundo plano...
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