Hasta ahora el mini de la casa, malo para comer por naturaleza, poco masticador y nada comunicativo a la hora de saborear cualquier alimento, no había probado el chocolate.
Ayer, llegó el Tió a la llar donde pasa sus mañanas y el chocolate llegó a su paladar.
Por lo visto no es que sea mal comedor, por lo visto estaba esperando encontrar algo suculento para demostrar su habilidad.
Ayer, llegó el Tió a la llar donde pasa sus mañanas y el chocolate llegó a su paladar.
Por lo visto no es que sea mal comedor, por lo visto estaba esperando encontrar algo suculento para demostrar su habilidad.
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